La doctrina del “puro amor”, más conocida por “quietismo” puede entenderse en dos sentidos distintos:
- En sentido amplio es una idea común a la filosofía de la India, al neo-platonismo alejandrino y al misticismo cristiano que pretende elevar al hombre a la pura contemplación de Dios para hacerle capaz de amor puro, y que exige la neutralización de la voluntad personal y la quietud del alma.
- Pero en el sentido estricto designa una doctrina y un método particular para “hacer oración”, objeto de acerbos debates en el siglo XVII. Método que excluye todo pensamiento distinto que no sea Dios, y toda preocupación personal.