Intelectuales, Los (…y II)

El fusilamiento de Brasillach y la gran cuestión del perdón o el rigor en el castigo vino a dividir a los intelectuales de la Resistencia y fue también una primera y honda grieta en el distanciamiento de los comunistas, cuando un Florimond Bonte, periodista en “L’Humanité” del 11 de enero de 1945, escribía que “la haine est un devoir national”, que los franceses debían odiar por patriotismo. Sigue leyendo